Hace ya siete años desde que conocimos la terrible noticia de la pérdida de Norick, fue en aquel desgraciado accidente de tráfico mientras volvía a su casa en Kawasaki, cerca de Tokio. Curiosamente, pocos días antes, el piloto japonés había estado en el circuito de Motegi visitando a sus amigos del paddock de MotoGP, aquellos que durante muchos años fueron su familia en su etapa como piloto del Mundial de Motociclismo.
En 2T Racing siempre tendremos presente su característico estilo de pilotaje, agresivo e inconfundible, siempre con su melena ondeada al viento. Y sobre todo, nunca dejaremos que se apague aquella sonrisa, transparente y sincera, que a tantos de nosotros conquistó. Para ello, muy pronto publicaremos un post donde recorreremos las diferentes etapas de su vida, recordando aquellos momentos y también conociendo más detalles sobre su interesante historia.
En esta ocasión, hemos querido dedicarle un fragmento de la autobiografía de Valentino Rossi donde nos cuenta la influencia que tuvo el propio Norifumi en su infancia,.
Todo empezó en el Gran Premio de Japón de 1994, la increíble carrera que realizó el piloto nipón en el circuito de Suzuka dejó marcado a un Vale que, en aquella época, era un niño que compaginaba la escuela con el nacional italiano.. :
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Abe (56) en plena lucha con Doohan (4) y Schwantz (1) |
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Rossi y Norifumi |
" El sobrenombre de
Rossifumi nació en 1994. Lo ideé fundiendo mi apellido con el nombre de Abe: Norifumi. Yo en aquella época tenía tanta afición que no hacía otra cosa que pensar en motos y ver las carreras. Siempre he sido así, pero aquella temporada estaba poseido por una auténtica locura. Era capaz de ver 5 o 6 veces una carrera grabada..
Me desperté al alba, aquel año, para ver el Gran Premio de Japón en Suzuka. Enseguida me llamó la atención un
wild card que se llamaba
Norifumi Abe. Tenía
dieciocho años y corría con una
NSR 500 oficial. Su moto era preciosa: toda naranja fluorescente con las llantas y el número en verde. Eran los colores de su patrocinador. Abe tenía el pelo largo y liso, e incluso en parado parecía un gran personaje. Pero, por encima de todo, pilotaba como un loco.
Era valiente. Yo creo que jamás volvió a rodar tan bién como aquel dia en Suzuka. Esa es además, una pista muy particular. Es un trazado preciso, muy técnico, que esconde muchos secretos. No es de esos diseñado por un ordenador. Sólo consigues ir rápido si has hecho muchos kilometros. Tienes que conocer ese asfalto metro a metro, cada bachecito, cada curva, cada frenada. Es un poco como Philip Island pero Suzuka es más duro. Y él, Abe, debía conocerlo bien porque rodaba rapidísimo a pesar de ser un invitado. En esa carrera estaban
Schwantz, Doohan, Ito, Cadalora y luego estaba ese loco: Norifumi Abe. Pilotaba de una forma que me hacía pensar que no estaba en sus cabales: se metía en cada curva con el manillar que se le cerraba, entonces se aguantaba sobre la rodilla,
le salía humo del mono, adelantaba en situaciones increíbles.. Daba la sensación de que estaba corriendo la última carrera de su vida ¡y era la primera!. A tres vueltas del final, la dirección finalmente se le cerró del todo y se cayó. La verdad es que había estado buscando acabar en el suelo de esa forma durante toda la carrera... Iba tan rápido, cuando se cayó, que su moto empezó a dar tumbos llegando a estamparse contra un cartel publicitario que estaba fuera del circuito. Pero para mí Abe se había convertido en un héroe. De Abril a Junio me estuve levantando cada mañana un poco más temprano, a las siete,
para ver otra vez esa carrera. Todas las mañanas
durante dos meses. Primero veía la carrera, luego me iba a la escuela. De ahí nació
mi pasión por los pilotos japoneses."
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Norifumi Abe en una de sus últimas temporadas. |
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